La provincia de Alicante, en la costa mediterránea de España, alberga una gran variedad de pueblos encantadores que cautivan con su belleza y encanto tradicional. Estos pueblos, con su arquitectura pintoresca, calles empedradas y entornos naturales impresionantes, son destinos ideales para sumergirse en la historia y la cultura de la región.
A continuación, destacaré algunos de los pueblos más bonitos de la provincia de Alicante:
- Guadalest: Ubicado en un valle rodeado de montañas, Guadalest es un pueblo medieval con un paisaje impresionante. Su casco antiguo está construido en lo alto de una colina y está dominado por el castillo de San José, que ofrece vistas panorámicas del embalse de Guadalest. Sus estrechas calles empedradas, casas de estilo tradicional y su rica historia lo convierten en un lugar fascinante para visitar.
- Altea: Conocido como el «rincón de la Costa Blanca», Altea es un pueblo costero lleno de encanto. Su casco antiguo, con sus casas blancas y calles estrechas, es un laberinto de belleza mediterránea. Destaca la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, con su cúpula azul y blanca, y sus miradores que ofrecen vistas panorámicas del mar y las montañas. Además, Altea cuenta con hermosas playas y una animada escena artística.
- Villajoyosa: Este colorido pueblo costero es famoso por sus casas de colores brillantes a lo largo del paseo marítimo. Villajoyosa cuenta con una larga tradición pesquera, que se refleja en su puerto y en su famosa lonja de pescado. Su casco antiguo, con sus estrechas calles empedradas, iglesias históricas y el emblemático Museo del Chocolate, lo convierten en un lugar encantador para explorar.
- Xàbia (Jávea): Situado en la Costa Blanca, Xàbia es un pueblo pintoresco con un hermoso puerto y un casco antiguo lleno de encanto. Sus playas de aguas cristalinas, como la playa del Arenal y la cala Granadella, son algunas de las mejores de la región. Además, el Parque Natural del Montgó, que rodea el pueblo, ofrece espectaculares senderos para los amantes de la naturaleza.
- Novelda: Novelda es conocida por su rica arquitectura modernista y sus impresionantes monumentos. Destaca la Basílica de Santa María Magdalena, una obra maestra de la arquitectura modernista diseñada por el reconocido arquitecto Antonio Gaudí. Además, el Castillo de la Mola, situado en lo alto de una colina, ofrece vistas panorámicas de la ciudad y los alrededores.
- Denia: Situada en la Costa Blanca, Denia combina a la perfección su encanto histórico con sus playas de aguas cristalinas. Su casco antiguo alberga el castillo de Denia, desde donde se puede disfrutar de vistas panorámicas del mar y la ciudad. Además, su puerto deportivo y sus animados mercados hacen de Denia un lugar vibrante para visitar.
- Polop: Este encantador pueblo se encuentra en las estribaciones de la Sierra de Aitana y cuenta con un entorno natural impresionante. Su casco antiguo se caracteriza por sus calles empedradas, casas tradicionales y la iglesia de San Pedro. Desde el castillo de Polop, ubicado en lo alto de una colina, se pueden admirar las vistas panorámicas de los alrededores.
- El Castell de Guadalest: Situado en la cima de un acantilado, El Castell de Guadalest ofrece unas vistas espectaculares del embalse de Guadalest y las montañas circundantes. Este pequeño pueblo se encuentra en un entorno natural impresionante y cuenta con un conjunto de casas y calles empedradas que te transportan a tiempos pasados. Además, el museo local y los numerosos miradores son visitas obligadas.
- Calpe: Con su icónico peñón de Ifach, Calpe es un destino turístico muy popular en la Costa Blanca. Este pueblo costero combina su herencia histórica con sus modernas instalaciones turísticas. Sus playas de arena fina y aguas cristalinas, como la playa de Levante y la playa de la Fossa, son ideales para disfrutar del sol y el mar.
- Elche: Conocida por su impresionante palmeral, declarado Patrimonio de la Humanidad, Elche es una ciudad que combina la tradición con la modernidad. Además de sus palmeras, Elche cuenta con monumentos como el palacio de Altamira, la basílica de Santa María y el huerto del Cura, un jardín lleno de palmeras exóticas.
Estos pueblos destacan por su encanto, su historia y su belleza natural. Cada uno ofrece una experiencia única y te permite sumergirte en la rica cultura de la provincia de Alicante. Explorar estos lugares te brindará la oportunidad de disfrutar de la arquitectura tradicional, descubrir la gastronomía local y maravillarte con los paisajes naturales que los rodean.